El otro día estuve recogiendo cosas de cuando Alonso era pequeño y ya no utilizamos.
Conclusión: cuando tienes el primer hijo te compras demasiadas cosas, y luego resulta que muchas de ellas son inútiles; si embargo, hay cosas que he tenido que comprarme después y si tuviera diez hijos más tendría que volver a usarlas.
Alonso tuvo pocos cólicos, pero cuando algún día le dió un poquito de guerra lo único que lo calmaba era este
muñeco anti-cólicos (el nuestro era una oveja, pero no la he encontrado por internet). Lleva dentro una bolsa de cereal que se calienta al microondas, y se le pone al bebé en la barriguita, el calor que desprende hace que mejoren. Podéis encontrarlos en
este enlace.
Os recomiendo esta
bañera, es una maravilla para nuestra espalda. Nosotros tenemos en un baño un plato de ducha y en otro una bañera. Al final, por comodidad siempre utilizamos la ducha, así que cuando vimos esta bañera de CAM no nos lo pensamos. Va acoplada en nuestra bañera, y esas patas hacen que el peque quede a tu altura. Es muy muy cómoda, y además te sientes muy seguro, porque tú no estás haciendo equilibrios para no caerte. Además es bastante grande, así que hemos podido utilizarla mucho tiempo.
El
sensor de movimiento fue la revolución de las noches en casa. Cuando tenía que levantarme a darle la toma nocturna, tenía que encender la lamparita y marcharme, dejándola encendida, y el pobre papi, con la luz encendida. Con esto, en cuanto detecta que te mueves se enciende, y cuando no detecta movimiento en un tiempo se apaga solo. Lo seguimos utilizando; está puesto en la habitación del peque, de forma que si llora por la noche y tienes que ir a oscuras se enciende nada más entrar en su habitación. Ha sido una compra perfecta.
El
porta tomas de biberón fue una liberación; Íbamos al pueblo a pasar el día, y como no pensábamos dormir allí, no llevaba los polvos del biberón; de repente surge un plan y te apetece, pero no puedes porque no te has traido ese bote de leche en polvo que abulta tanto. Aaaggggg. Con esto encontramos la solución. Fuéramos donde fuéramos, no llevábamos un para de tomas listas. Genial.
Lo último, pero no menos importante es la
bolsa del bebé. No hablo de la bolsa del capazo, esa no cunde por mucho que uno quiera. Yo me compré la de la imagen, de pasito a pasito. No podéis imaginar lo que puedo meter ahí: ropa, agua, pañales, toallitas, chaqueta, manta...Las madres nos volvemos unas exageradas, yo cada vez que salgo de casa parece que le llevo de campamento. Por esto mismo necesitamos una bolsa buena y grande, tranquila, que seguro que la llenas.
Estos son mis imprescindibles, ¿Cuáles son los tuyos?
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